Manguitos Desechables

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Beneficios de los manguitos desechables en el trabajo

En trabajos de laboratorio, clínicos o alimentarios, los manguitos desechables se han convertido en un producto ideal a la hora de la correcta realización del trabajo, ya que son eficaces a la hora de cubrir las extremidades superiores de los brazos y garantizar su protección y seguridad.

Estos manguitos de un solo uso cubren desde el codo hasta la muñeca del usuario, pueden estar fabricados tanto en Polietileno como en Polipropileno Tejido no Tejido Plastificado, y evitan que el trabajador tenga contacto con el producto que esté manipulando durante su trabajo, de modo que no contamine alimentos o materiales quirúrgicos.

Además, los manguitos protegen las mangas de la ropa de los trabajadores de la posible suciedad de sólidos y líquidos. En el caso de los fabricados en Polietileno, evitan la contaminación cruzada; mientras que los de Polipropileno Tejido no Tejido Plastificado evitan la contaminación inversa.

Ambos materiales dotan a los manguitos de impermeabilidad, y son un complemento perfecto para usarlos con otros productos desechables tales como las batas de un solo uso o los delantales monouso.

Características de los manguitos desechables

Al margen del material con el que hayan sido fabricados, los manguitos cuentan con una serie de características comunes:

Son impermeables.

Disponen de gomas integradas en los bordes de ambos extremos.

  • Son de talla única.
  • Hipoalergénicos.
  • No estériles.
  • Reciclables.
  • Homologados.
  • Personalizables.

Gracias a su característica de ser 100% reciclables, los manguitos desechables no son sólo un producto conveniente en cuanto a facilidad de almacenamiento y evitar las lavadoras que requieren las alternativas de tela reutilizables, sino que no contaminan ni perjudican al medio ambiente. Eso sí, siempre deben ser depositados en el contenedor correspondiente para garantizar su reciclaje.

Al ser un producto desechable, se recomienda usar los manguitos una sola vez y tirarlos tras su utilización. El uso prolongado del producto o el usarlo más de una vez podría perjudicar las funciones para las que ha sido fabricado. En cuanto a su uso, también se debe tener cuidado durante su colocación, ya que, de intentar estirarlo más de lo que el producto permite, se puede correr el riesgo de romper el tejido.